Mientras trabaja en un nuevo disco “masivo y popular”, Andrés Calamaro ofrece a través de SoundCloud una bitácora con cien tracks. Una miscelánea que incluye versiones, inéditos con más de dos décadas o cocinados ayer mismo, invitados especiales, collages y paradas en el cancionero popular.
A pesar de varias cuentas apócrifas, algunas tan auténticas como cerradas y una feroz diatriba contra la red social (recordemos su descargo de 2010, donde escribió “… le puse punto final al feedback con el carnaval careta, los falsos profetas de la nada misma y la resaca de la fauna humana…”; o también: “… me importa tres pepinos perder un segundo más en el rebaño de boludos con Blackberry, o lo que es peor, conectados a la nada a cambio de demostrar que son infantiles”), Andrés Calamaro continúa apostado en Twitter.
A través de su cuenta, El Salmón actualiza su agenda con el oficio de cantor, departe abrazos con sus colegas y se permite seguir de cerca algunos debates de interés general: desde las corridas de toros hasta la tenencia de drogas, pasando por la política nacional, etc. Sobre todo, su cuenta de Twitter funciona hoy como la plataforma para compartir una larga serie de grabaciones inéditas posteadas en http://soundcloud.com/a-k-25. Una bitácora que alcanza los cien tracks: una miscelánea que incluye versiones de su propio repertorio, inéditos con más de dos décadas en la bodega o cocinados ayer mismo, invitados especiales, collages a la Lennon/Ono (o, más contemporáneamente, Animal Collective) y paradas en el cancionero popular.
Por allí están “Vida tumbera”, “Ringo y Alberto” y otras colaboraciones con los poetas de la Zurda Jorge Larrosa y el Cuino Scornik. También la visita legendaria a “Seminare” junto a David Lebón en el Luna Park de 2009, un out-take de “Barcos” durante las sesiones de Honestidad brutal (con Fito Páez en piano y voces) y hasta una versión de “El día que me quieras” con un invitado que justifica el ajuste del título hacia “Nuestro Gardel”: Diego Maradona. Acid-jazz con la trompeta del maestro Jerry González, relecturas para Dylan, Stones y Spinetta, un par de cameos de El Cigala, work in progress y otras yerbas.
No es la primera vez que Calamaro ofrece material online. De hecho, fue uno de los precursores del método cuando posteó la pila enorme de material que le dio forma al mítico Deep Camboya. Ahora, mientras trabaja en un nuevo disco “masivo y popular”, drena todas estas músicas de entrega inmediata y goce -paradójicamente- menos urgente.