Quienes alguna vez estuvieron en un recital de Patricio Santos Fontanet tienen en claro que cada uno de sus versos habla de una realidad de su vida privada en la que muchos jóvenes ven reflejada la suya. Al menos así lo sintieron muchos de los 4.500 chicos que el viernes por la noche colmaron la Plaza de la Música para ver en acción a Casi Justicia Social, la actual banda de Fontanet.
Aunque todos anunciaron que en Córdoba iba a presentarse CJS, la gente fue a ver Callejeros. Y no se fueron defraudados. Luego de su internación en una clínica especializada en psiquiatría, Fontanet dejó en claro que está de regreso y se mostró como un líder al que el público no pudo sacarle los ojos de encima.
El show comenzó poco antes de las 10 con Sonando, un clásico de la antigua banda de Fontanet. A continuación fue el turno de Creo y los motores del grupo se encendieron definitivamente. El agite con clima de cancha que siempre caracterizó a los seguidores del grupo (muy cuestionado, por cierto) dijo presente una vez más y nadie dejó de moverse durante toda la noche.
El show fue un recorrido por las distintas etapas de Callejeros y también hubo lugar para Acordate, Tanto de todo, O no y Dos secas, los nuevos temas de CJS. Armar de nuevo, una de las letras más populares de la etapa under, le dio pie a Los invisibles, otro de los clásicos de Fontanet.
"Me encanta estar acá", lanzó el cantante en medio de la noche y se llevó la ovación de su gente. En la Plaza de la Música también sonaron Ojalá se lo lleve el viento, Sed, Ilusión y Puede, un rocanrol ochentoso que reparte palos como "¿Puede criticar el que no sabe quién sos?".
En otros pasajes del show hubo lugar para algunos infaltables comoLa llave, Cristal, Imposible y Siempre un poco más, un rocanrol que cuestiona hasta el hartazgo absolutamente todo.
El cierre del espectáculo fue con Suerte, el último hit que grabó el grupo. "Gracias chicos y feliz primavera", disparó Fontanet en los primeros minutos del sábado después de dos horas y media a pura música. "¡I-no-cen-tes, i-no-cen-tes!", fue el grito con el cual el público cordobés despidió a la banda.
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