El músico Luis Alberto Spinetta reconoció que la visita que realizó durante el verano a Gustavo Cerati internado con un ACV le produjo un gran "cambio interno" y lo conmocionó de forma tal que reflexionó que "no tiene derecho a estar ni de mal humor si está bien de salud"."Me dí cuenta que no tienen valor las cosas a las que uno les da importancia. Es un respeto diferente por las horas que uno vive.
Al ver a este genio dormido uno realmente no tiene derecho a estar ni de mal humor si está bien de salud. Uno debe estar dispuesto a una entrega constante, por eso me pareció tan importante correr al regazo de mi madre y poderme refugiar en ella", contó el ex Almendra. Durante esa visita a su amigo, Spinetta le cantó y le susurró un poema que le había regalado a su hijo Dante a los 15 años.
Enseguida, al salir del sanatorio, Spinetta sintió el impulso de visitar a su madre, Julia Ramírez, quien está cerca de cumplir 90 años."Yo venía de la muerte de mi viejo, que me tocó muy duro, y ahora tengo a mi viejita bastante viejita, pero lúcida y muy genia. Y como el sanatorio donde estaba Gustavo está muy cerca de donde vive mi madre, me fui a cuidarla inmediatamente. Eso fue lo que sentí. Una necesidad de abrigo y cuidado", explicó el autor de "Muchacha (ojos de papel)".
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